Bitcoin se sostiene en lo físico, mientras que Ethereum depende del consenso humano

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Bitcoin es inmutable y ofrece certeza monetaria

Bitcoin es inmutable porque se sostiene en principios que no dependen de decisiones humanas. Su oferta máxima de 21 millones está grabada en el protocolo y nadie puede modificarla. Este diseño convierte a la red en un activo único, basado en reglas fijas y transparentes. Svetski señala que esta característica lo hace distinto a cualquier otra moneda digital o fiduciaria. El código establece los límites y asegura que no existan cambios arbitrarios. La inmutabilidad le otorga a Bitcoin un rol de “dinero fuerte”, resistente a la inflación y confiable en horizontes de largo plazo.

Ethereum y la flexibilidad de su emisión

Ethereum, en contraste, se caracteriza por su capacidad de adaptarse. La política monetaria de la red ya ha demostrado que puede pivotar en función de decisiones colectivas. Cambios como la propuesta EIP-1559, que introdujo la quema de comisiones, son un ejemplo de esa flexibilidad. Si bien esto le da dinamismo al ecosistema, también abre la puerta a que el suministro pueda modificarse en el futuro. Svetski afirma que esta diferencia coloca a Ethereum en una categoría distinta: no como dinero duro, sino como una plataforma de innovación donde el consenso es tan relevante como la tecnología.

La inmutabilidad como base de confianza

El punto central del debate es la credibilidad. Bitcoin es inmutable, y esa característica refuerza la confianza de quienes buscan un activo que no pueda manipularse. La previsibilidad de su emisión lo distingue de cualquier otro proyecto blockchain. Ethereum, en cambio, debe sostener su valor en la confianza hacia la comunidad que define sus cambios. Esto significa que la percepción de los usuarios juega un papel mayor, pues el futuro de su política monetaria no está cerrado de manera definitiva.

Bitcoin y Ethereum, visiones opuestas en un mismo ecosistema

Ambas redes cumplen funciones distintas. Bitcoin se posiciona como reserva de valor digital, cimentado en un suministro fijo e inalterable. Ethereum evoluciona como una infraestructura flexible que impulsa aplicaciones descentralizadas, pero que no tiene la misma rigidez monetaria. La visión de Svetski enfatiza que solo Bitcoin encarna el principio de inmutabilidad, mientras que Ethereum prioriza el consenso humano y la adaptabilidad. Esto no elimina su relevancia, pero marca la diferencia entre un activo diseñado como dinero y otro como ecosistema multifuncional.

Fuente: CriptoNoticias

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